A veces me preguntó,
Mientras veo la lluvia caer desde mi azotea,
Si la nostalgia la arrastra ella.
Un cigarrillo es más placentero,
Cuando observo el diluvio
Y siento que esta melancolía,
Se acomoda en lo profundo.
En ocasiones escucho un murmullo.
Es mi alma apesadumbrada
Y sus lamentos son como un susurro.
Miro al cielo, reflexivo;
Ensombrecido; con un sentimiento abatido.
Se van asomando algunos halos de luz escurridizos.
A veces me preguntó,
Cuando llueve sin motivo,
Si esta es la vida que me he merecido.
José Javier F. G.
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