La lluvia a caído sobre mi cara.
El agua fría me anestesia el alma.
La brisa fresca me susurra y me llama.
En el cielo han contado los minutos;
Han escrito los versos
Y están plagados de gritos.
Me han contado que lloran por tu ausencia,
Que claman por tu presencia
Y yo les digo que no te tendrán de vuelta.
Que haces falta en este mundo,
Para curar las dolencias;
Que tu entera belleza,
Es vital para no morir de pena;
Que tu sonrisa nos colma de efervescencia.
Te buscan con impaciencia.
Quieren que vuelvas a calmar las tormentas.
La lluvia no para de mojar con indiferencia;
Es fría y buscan tu compadecer a su decadencia.
Que no existen sin tu existencia,
Pero no pueden llevarte aunque reprochen;
Aunque te extrañen con tal vehemencia,
Porque el mundo acabaría
Y sería sin duda mi sentencia.
José Javier F. G.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario