Ven te cuento,
Que me pierdo en la bruma del recuerdo
Y mi alma se añeja con el pasar del tiempo.
Un cigarrillo o tal vez dos,
Pierdo calor aunque no sea invierno.
Se apagan a veces las luces del puerto;
Se gastan estos ridículos versos.
Ven te cuento,
Anoche soñé que me llevaba el viento,
Como una hoja suelta en el valle,
Veía a todos sin perder ningún detalle.
Soy un suicida cobarde,
Porque no jale el gatillo aquella tarde,
Pero quien sabe,
Quizá para la otra ya no falle.
Ven te cuento,
Que a veces no hay nada bueno en mis frases,
No son de un autor con clase;
Más bien de un ebrio perdido en las calles.
Ven te cuento,
Que me arden a veces los huesos;
Que me duelen los hombros por tanto peso.
Tal vez si enciendo otro cigarrillo me salve;
Quizá alumbre un poco,
Aunque las luces se apaguen.
José Javier F. G.
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