He de confesarte que hay días así;
Cuando me siento naufrago y distante.
Cuando las enseñanzas duelen demasiado para levantarme.
Otros días cojo un cigarrillo para aliviarme
Y de vez en cuando,
Después de alcoholizarme,
Me tumbo en mi cama,
Para llorar hasta la siguiente mañana.
Muchas veces me asalta la melancolía,
A veces me acribilla;
Se vuelve difícil su compañía.
Pienso a menudo si seré un buen hombre algún día;
Si tendré las agallas que se necesitan.
He de confesarte, que pienso en el amor de noche y de día,
Buscando en poemas su verdadera dicha,
Algunos son de crueles finales,
Más bien hablan de la desdicha;
Pero no desisto y no quiero renunciar,
Aunque a veces duela incluso el caminar.
Te confieso que soy más extraño de lo que pienso,
Que escribo mucho y digo poco;
Que a veces lloro en secreto
Y sufro cuando me superan mis miedos;
Que aunque a veces lucho,
Termino perdiendo,
Pero también te confieso,
Que deseo ser más fuerte cada que despierto.
José Javier F. G.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario