Te comparto mi luna

 



¿Qué le susurraba a la luna,

Cuando mi corazón estaba en fuga?

Siempre los versos eran ahogados,

A veces incluso, apagados.

Sin embargo, la cortina de bruma,

Se disipaba.

Se terminaba al fin esta malnacida penumbra

Y yo fui diferente.

Ahora sonreía más,

Podía ir a gran velocidad y,

En un instante, frenar.


Bajo un cielo claro,

Infinitos, inmortales;

Seres con el alma inflamable.

Corríamos, volábamos;

Curiosos por habernos encontrado.

Tramando un siguiente acto;

Un próximo paso.

Indiferentes al tiempo que seguía andando.


¿Qué le contaba yo a la luna,

Cuando mis noches eran una tortura?

Nada más que una desdichada criatura.

Un hombre cantando estrofas 

Y perdiendo la cordura.

Amante de verse tumbado,

Con una botella en su mano.


Hoy la luna escucha,

Que tengo nuevas partituras.

Me mira como sonriente,

Como si en mi ya no viera lo doliente.

Es preciosa como siempre,

Tiene un brillo que se clava en mi mente.

Yo de nuevo quiero compartirla;

Con cariño profundo y de nuevo poder sentirla.


José Javier F. G.



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