¿Qué será de mi vida,
si no suelto está melancolía?
Un disparo que abra mi alma débil
Y este corazón endeble;
Que se agita con el soplo más tenue.
¿Cómo recuperar la misma alegría?
Pues a donde mire hay caminos con espinas.
Se incrustan en mi piel,
Dejando aún más heridas.
¿Qué será entonces de mi vida?
Si le temo demasiado a la oscuridad infinita.
¿Veré acaso un nuevo día?
Yo pienso que son falsas,
Todas aquellas alegorías.
Que una promesa ya no pesa igual como lo hacían
Y una botella de alcohol,
Es más dulce que cualquier ambrosía divina.
José Javier F. G.
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