Navidad sin valor

 


Escuche decir qué era hora de los villancicos,

Qué llego la hora de sonreír 

Y todo eso que es típico.

Llegó el momento de dejar ser feliz al espíritu,

Pero siento que cada vez soy más cínico.


Ojalá pudiera ver los colores navideños

Y escuchar la alegría de los panderos.

Qué mis ojos se llenen de esos anhelos;

De todos esos buenos sueños.


Ya casi no escucho las campanas,

Me gustaría volver a cuando me hipnotizaban,

Pero casi no veo lo que antes más me emocionaba,

Pues ahora la navidad no tiene nada.


Sera que me robaron incluso las ganas,

Tal vez se llevaron hasta mi alma.

Ya no siento que el día de algo valga,

Porque ahora prefiero pasarlo en la cama.


    José Javier F. G.


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