Flores de invierno

 


Si fuimos inquebrantables, hoy somos endebles.

Se torna opaco lo que alguna vez fue verde.

Siempre hubo demonios sedientos,

Y hoy me quede en los simples huesos.

 

Quisiera saber si las hojas en blanco existen,

Para saber si mi corazón aún persiste.

Me extravíe entre montañas nevadas,

Y hoy en día ya no tengo palabras.

 

Si fui alguna vez alguien a quien se extraña,

Hoy lo sé, el mundo no sabrá nunca quien habla.

Porque en la vida cualquiera se engaña,

Creyendo que se podrían librar mil batallas.

 

Lo único que pido es que me entierren,

Con flores de invierno, aquellas que siempre mueren.

Pues solo viven para ver caer la nieve,

Y para que las olviden quienes las quieren.


José Javier F. G. 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario