Brillan juntos,
Alumbrando el camino en tiempos distintos.
Ambos se sentían atraídos,
Se miraban a lo lejos;
Se decían algunos versos.
Ella era fuego;
Ardiente y de corazón fiero.
Él era misterioso;
De mirada penetrante y hermoso.
Estaba enajenado;
Quería entre sus brazos tenerla,
Porque así su vida era completa.
Caminan discretos,
Se acercan a paso lento.
A veces se rozan
Y por ello una sonrisa esbozan;
A veces se encuentran,
Se toman y un beso se otorgan.
Danzan enamorados;
Danzan con el corazón acelerado.
Se entregan uno al otro,
Se cuentan historias,
Llenas de asombro.
Cuando llega el momento de dejarse,
Se juran volver a encontrarse;
Se juran con el alma,
Con un beso en la frente,
Antes de marcharse,
Porque ellos son eternos;
Porque así es su amor de ameno;
Porque no pueden vivir sin el otro,
A pesar de ser opuestos.
Mira hacía el cielo,
Puedes verlos,
A veces muy cerca;
A veces no se observan,
Pero siempre posan la vista,
En el otro extremo.
Aguardan pacientes;
Esperan atentos,
A que llegue el momento,
De volver a verse,
Aunque sea corto el tiempo.
José Javier F. G.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario