Cien mil poemas

 



Despierto entre noches de ensueño; 

Entre mareas altas y el cielo lleno de truenos.

Te has llevado mi respiración

Y es normal que pierda el aliento, 

Mi cuerpo tambalea por tantos movimientos.


Me enamore de tus ojos profundos y bellos;

De la sonrisa que enciende lo oscuro de mis yermos

Y moja la tierra que parecía estar en eterna sequia. 

Se hacen amenas las horas,

Si disfruto de tu compañía.


El mundo se vuelve menos horrible,

Pues pintas de colores los muros grises;

El cielo se llena de matices.

Que bello es sentirte;

Que dicha para mi amarte,

Embelesado por la forma que tienes de reírte.


Te has adueñado de los días,

Los haces tuyos y me dejas atolondrado.

Has hecho tuyo el corazón,

De este torpe despistado.

Que se enamora con la simpleza, 

De tan solo sentir que rozas mi mano. 


Reinas los templos de mi inconsciencia,

Por eso te pienso hoy y siempre,

Aunque un día sufra de amnesia.

Pues habitas en mi mente

Y ya te has vuelto toda una eminencia, 

A quien mi alma se rinde por su belleza.


Me enamore de cada una de tus sutilezas;

De la forma en que brillas,

Como una incandescente estrella.

De las manías y las ocurrencias.

Me enamore de tus labios

Y esa inteligencia; 

De tus curvas predilectas.


Por ti, escribo cien mil poemas;

Escribo tu nombre en constelaciones

Y bajo cualquier cometa.

No solo es de amor,

Por lo que vale la pena que muera;

Sino amándote a ti,

Por lo que acepto sufrir cualquier condena. 


José Javier F. G.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario