Tengo un poema atorado entre versos,
Se va haciendo añejo,
Con cada uno de estos suaves besos.
Los dedico con alma y desenfreno,
Impávido por tu sensual cuerpo.
Tengo un soneto que suena cuando duermo,
Me recuerda pensarte un momento.
Qué se estremezca el suelo;
Qué por las mañanas seas mi sustento.
Inerte en mis movimientos,
Hilar una palabra no puedo,
Es como quedarse sin aliento.
Qué me secuestre este frenético sentimiento;
Qué pase el tiempo mucho más lento.
Y entonces te veo frente a mí,
Me pierdo sin poderme resistir.
Un día tras otro
Y sigues rompiendo el cerrojo;
Qué del cielo estrellas caigan;
Qué las flores por ti nazcan.
Tengo un poema atorado entre versos,
Escritos sin ningún talento,
Pero fieros de sentimientos.
José Javier F. G.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario